14 anos despois da súa primeira edición, Roger Olmos volveu recrear este conto tradicional italiano, de inesperado final. Unha proposta desenfadada cun estilo luminoso e brillantes xogos visuais que sorprenderán os lectores.

14 anys després de la seva primera edició, Roger Olmos ha tornat a recrear aquest conte tradicional italià, de final inesperat. Una proposta atrevida amb estil lluminós i jocs visuals brillants que sorprendran els lectors.

14 años después de su primera edición, Roger Olmos ha vuelto a recrear este cuento tradicional italiano, de inesperado final. Una propuesta desenfadada con un estilo luminoso y brillantes juegos visuales que sorprenderán a los lectores.

En su décimo aniversario, KALANDRAKA recupera y
renueva algunos de los álbumes con los que estrenó
su catálogo, entre ellos, “Los tres osos”. Se trata de
un cuento tradicional adaptado por Xosé Ballesteros a
partir de la versión publicada en 1837 por el poeta
inglés Robert Southey. En la versión inicial no era una
niña, sino una anciana, quien entraba sin permiso en
la casa de los osos. Pero no fue el único cambio; en
posteriores adaptaciones se introdujeron otras
variantes, de forma que el intruso pasó a ser un zorro
y posteriormente la niña que -en una historia de
1904- recibiría el nombre de Ricitos de Oro.
Los tres osos son presentados como animales
refinados y pacíficos, frente a la mala educación que
caracteriza al personaje que invade su hogar. Un
relato especialmente recomendado para primeros
lectores, por su estructura basada en la repetición y
porque maneja los conceptos de tamaño y cantidad.
También permite introducir aspectos relacionados con
la familia y el parentesco, la casa y su entorno, o los
buenos modales. A nivel estético, las ilustraciones
destacan por su sencillez, calidez y detallismo; Miguel
Tanco recurre a la técnica del collage y a materiales
con textura para representar tanto los personajes
como los espacios donde se mueven.

?Pasaron os anos e comprobei que hai moitos máis perigos dos que un pode imaxinar. Bechos que nos espreitan, animais que nos vixían sen que nos decatemos da súa ollada. Non sabemos das súas intencións, mais a súa silandeira presenza desacóuganos. Con moita paciencia e bo ollo, póñovos en antecedentes duns poucos animais que descubrín logo de moitas noites en vela... O abrenoites, o metrocol, o tibulatas, a bolbopecha... Por terra, mar e aire, estes singulares animais sorprenderán o lector, animándoo a contemplar os trebellos da súa contorna con outro punto de vista, porque nada é o que parece.